Situada en un exuberante parque de doce hectáreas, entre árboles monumentales, plantas exóticas y pavos reales en libertad, la sede de la Fundación es una residencia noble del siglo XIX ubicada en el campo de Parma.
Adquirida en los años cuarenta por la familia Magnani—intelectuales refinados y coleccionistas de arte—fue también el hogar del último heredero, Luigi Magnani, quien habitó y transformó la casa de su vida en la síntesis de su visión cultural. Fue él quien fundó la Fundación, destinando la villa y toda la colección de arte al disfrute público como acto de legado.
A través de proyectos como este, Glamora se compromete concretamente en la valorización de los lugares de la cultura, apoyando iniciativas que custodian el patrimonio cultural y la identidad del territorio y lo hacen visible y compartible.
Una forma de rendir homenaje no solo al pasado, sino a la belleza y a las correspondencias entre las diversas expresiones artísticas que continúan inspirando y encantando.