Los juegos de luz, vibraciones y refracciones, los efectos de transparencias, la fluidez de los movimientos son rasgos característicos de las creaciones de Janet Echelman.
La artista estadounidense trabaja con el sol, el viento y los colores del espectro luminoso para construir coreografías de ensueño que han inspirado algunos temas de la Creative Collection Chapter XI, con nombres muy evocadores, como Soleil, Echoes, Luce, Hybrid y Lucid Dream.
En sus esculturas aéreas combina la antigua tradición artesanal de tejer y anudar las redes, aprendida en un antiguo pueblo de pescadores indio, con el software tecnológicamente más avanzado.
Sus obras constituyen escenografías en continua mutación en el espacio, se transforman con el viento y pasan de ser «un objeto que miras, a una experiencia en la que te puedes perder». Por la noche dibujan en la oscuridad danzas fugaces, como otras tantas apariciones en los colores fluorescentes de la aurora boreal. Porque, como afirma Janet Echelman, «el cielo es el lienzo de mis obras».