El proyecto se desarrolló por encargo del Hotel Meliá Plaza de Valencia. La sala para desayunos se encontraba en el sótano de la infraestructura, por lo que pensamos en un concepto que combinase una estética contemporánea y cosmopolita con la necesidad de volver a conectar con la belleza de la naturaleza.

La inspiración surgió del deseo de crear la ilusión de sumergirse en un jardín de interior, aunque nos encontrásemos en un ambiente cerrado y sin luz natural. Este concepto de partida se integró después en el resto del proyecto, para el que habíamos previsto un patrón moderno.

Para dar la sensación de estar rodeados de naturaleza, optamos por utilizar un papel que integrase la zona de bufé con el resto de la sala, a través de un elemento de diálogo común: el techo. Seleccionamos Exotic, por la sencillez de la paleta cromática, que atraviesa diferentes matices de verde y gris, y combina a la perfección con el resto del proyecto: la elegancia de los revestimientos murales Glamora se refleja en los muebles, los materiales y la iluminación de las estancias.

Glamora fue seleccionada entre varias empresas por sus temas, muy apreciados en el mundo del diseño, por el uso de los colores y, sobre todo, por la calidad de los materiales. El papel se tenía que instalar en un hotel de cuatro estrellas, en un ambiente usado frecuentemente por los clientes y donde la limpieza es esencial. Por lo tanto, la resistencia de los materiales fue un factor determinante en la decisión y Glamora cuenta con una dilatada experiencia en infraestructuras hoteleras.

La aplicación de un papel de colores y con tantos motivos, tanto en las paredes como en el techo, supuso un riesgo, debido a la gran extensión de la superficie que iba a ocupar. Sobre todo, lo que más miedo nos daba era recargar excesivamente la estancia a nivel visual. Al final, el resultado que conseguimos fue un éxito, logramos crear una atmósfera envolvente, pero sin que resultase intrusiva.

Elegimos Exotic por el tema y por los colores. El diseño era eficaz en términos visuales y se integraba a la perfección en el resto del proyecto, aportando una atmósfera fresca al local.

El componente gráfico interactúa a la perfección con los elementos marrones y grises y con el pavimento de roble. El resultado final es perfecto: tenemos la ilusión óptica de no estar en un ambiente cerrado, sino rodeados de la belleza de la naturaleza. Las opiniones de los clientes y de la propiedad fueron muy positivas.